jueves, 29 de marzo de 2012

ESTRATIFICANDO RIESGO POS IAM

Algoritmos para la estratificación del riesgo post-IAM
Se propone el siguiente esquema, que en esencia es similar al propuesto en las
recientes guías de AHA/ACC:


1) Pacientes que presentan durante la hospitalización signos de insuficiencia
cardíaca, complicaciones mecánicas, angina, enfermedad vascular difusa
(especialmente diabéticos), cirugía de revascularización previa,
contraindicación a la prueba de esfuerzo o taquicardia ventricular
(exceptuando en las primeras 24 horas): Coronariografía previa al alta y
revascularización si es técnicamente posible.


2) Pacientes asintomáticos durante la hospitalización: Ecocardiografía
  • Fracción de eyección <40%: Coronariografía previa al alta y revascularización en enfermedad del tronco común, descendente anterior proximal o afectación de tres vasos.
  • Fracción de eyección >40%:     Tratados con angioplastia primaria
• coronarias normales: En ausencia de complicaciones durante la fase
aguda, no requieren más pruebas.
• Enfermedad de múltiples vasos con corrección parcial: Prueba de
esfuerzo convencional:
(1) Isquemia severa (depresión del segmento ST >2mm, angina a
cargas bajas, capacidad inferior a 6 METS, hipotensión):
coronariografía y revascularización si es técnicamente posible.
(2) Prueba negativa: alta con tratamiento médico (prevención
secundaria).
(3) Prueba no concluyente: Prueba de estrés farmacológico o
tomogammagrafía de perfusión.


Resto de pacientes, incluyendo los tratados con trombolíticos: Prueba de
esfuerzo convencional:
• Isquemia severa (depresión del segmento ST >2mm, angina a cargas
bajas, capacidad inferior a 6 METS, hipotensión): coronariografía.
• Prueba negativa: alta con tratamiento médico.
• Prueba no concluyente: Prueba de estrés farmacológico o
tomogammagrafía de perfusión.


Las guías recientes señalan como una estrategia adecuada la realización
sistemática de una coronariografía en todos los pacientes que han sido tratados
con trombolisis o sin tratamiento de reperfusión. Esta recomendación no es
universalmente aceptada ya que la relación costo-efectividad no ha sido bien
estudiada.

Comentarios al algoritmo propuesto
En los pacientes con FEVI inferior al 30%, una vez pasada la fase aguda (>30 días), extrapolando los resultados del estudio MADIT-II se recomienda la implantación de un cardiodesfibrilador.